El “subversivo” poeta José Domingo Gómez Rojas visto por Nicolás Vidal

Le decían el “poeta cohete” por su vehemencia y murió en trágicas circunstancias hace 100 años. La Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, de la que fue alumno, realizará durante la semana una serie de actividades, entre ellas la presentación de la novela Subversivos (Sudamericana), de Nicolás Vidal, quien también ha escrito el prólogo a una nueva antología, Rebeldías líricas (UDP), de José Domingo Gómez Rojas.

El poeta chileno José Domingo Gómez Rojas (1896-1920)

En medio de la agitación política y social en el Chile de la época, el año 1920 fue uno de los más convulsos. Circunstancias políticas internas y externas, generaron un ambiente alterado y volátil, de protestas y movilizaciones. En una de ellas, una multitud bajo la guía de jóvenes conservadores, avivados por el discurso de un senador, atacaron la sede de la FECH, la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, en la cual habían entrado fuertemente ideas anarquistas y que había sido muy crítica del discurso nacionalista y promovido la reforma universitaria. La sede fue destruida y quemaron los libros de su biblioteca. Hubo heridos y más tarde, un muerto.

Subversivos, Nicolas Vidal.
Editorial Sudamericana, 2019, 212 pp.

Se inició una amplia persecución contra estudiantes y anarquistas, encarcelando a muchos, entre ellos a un joven estudiante de Derecho y también de Castellano, Juan Domingo Gómez Rojas, integrante activo de la FECH, autor del libro Rebeldías líricas (1913, disponible en Memoria Chilena), orador de encendida palabra, “maestro” de otros autores chilenos, como sus amigos Manuel Rojas o González Vera. Durante los dos meses siguientes fue no sólo encerrado sino torturado al punto de enloquecer y, finalmente morir.

Todo este ambiente, sus figuras y acontecimientos son los que aparecen en la novela Subversivos (Sudamericana), de Nicolás Vidal, mezclando personajes históricos con ficticios, engarzando las vidas de un conjunto de personajes con las de algunos de los mencionados. Vidal, por otra parte, es también el autor del prólogo a Rebeldías líricas (UDP), de Gómez Rojas, una antología de su obra preparada por el poeta y editor Adán Méndez.

-Aparecieron muy rápidamente libros sobre el “estallido social”, pero el suyo no pudo responder a esa circunstancia. ¿Es sólo coincidencia  con toda esa agitación ya desde el título, “Subversivos”?,  ¿cómo surgió la idea de esta novela?

-Fue una coincidencia muy extraña. La novela se publicó en noviembre del año pasado, justo en medio del estallido, después de un trabajo de más de diez años. Incluso hubo gente que pensó que era un libro hecho a la rápida para aprovechar la contingencia, pero nada más lejos de la realidad. El nombre se debe a que la novela trata precisamente de personajes que fueron conocidos hace cien años como subversivos, de hecho, el proceso a Gómez Rojas y los demás estudiantes se llamó el “Proceso a los subversivos”.

-Bueno, el año 1920 fue bastante convulsionado en Chile: movimientos sociales y políticos variados…

-Me atrevería a decir que en los años 19 y 20 se produjeron los primeros grandes movimientos de masas en Chile, y que sólo esos movimientos de masas fueron capaces de terminar con el parlamentarismo y todo un ciclo histórico en nuestro país, lo que desembocó en la Constitución de 1925. Por ejemplo, las Marchas del Hambre, en Santiago, reunieron a más de cien mil personas en una ciudad que en ese entonces contaba con apenas quinientos mil habitantes, algo inédito en Chile. Entonces, los paralelos que pueden hacerse con lo ocurrido en Santiago el año pasado son asombrosos porque hay muchas similitudes y justo cien años de diferencia.

En los años 19 y 20 se produjeron los primeros grandes movimientos de masas en Chile, y que sólo esos movimientos de masas fueron capaces de terminar con todo un ciclo histórico en nuestro país.

-En su novela varios personajes ficticios, estudiantes sobre todo, se relacionan con otros históricos. ¿Fue complejo hacer que coincidieran unos y otros?

-Los personajes principales son ficticios, mientras que los secundarios son reales, pero todos los hechos históricos, incluso los detalles, son ajustados a la realidad, en lo posible. La gracia de tener personajes ficticios es que de cierta manera los puedes amoldar para poder narrar mejor los hechos reales, cosa que no puedes hacer con personajes históricos. Esto te permite ir ajustando las piezas narrativas para que todo funcione como un solo mecanismo.

-Aparecen destacadamente los escritores Manuel Rojas, González Vera y Gómez Rojas. ¿Llegó por ellos a la época o el interés por ese momento lo llevó a ellos?

-Siempre tuve ganas de escribir algo relacionado con la historia de Chile. Hace mucho tiempo leí Cuando era muchacho, de González Vera, donde hay unas crónicas maravillosas que narran justamente varios de los hechos que también se incluyen en Subversivos. Entonces, podría decirse que llegué a esa época por González Vera.

-Prologa la nueva antología Rebeldías líricas de Gómez Rojas. ¿Le parece alguien injustamente olvidado y que es necesario recuperar?  

-Absolutamente, fue un personaje muy importante en su época, tanto por lo que escribió como, principalmente, por la huella que dejó en todos los que lo rodearon. Su influencia me parece esencial en Manuel Rojas, González Vera y Acevedo Hernández, por ejemplo, pero va mucho más allá de eso porque se trata de una generación completa, donde también podemos incluir a Neruda, a Edwards Bello, por dar otros nombres. De hecho, después de su muerte y como consecuencia de ella los estudiantes crean la “Revista Claridad”, que ha sido probablemente una de las revistas literarias más importantes —sino la más— de nuestra historia.

-Tiene una figuración importante en el libro el elemento femenino, con algunas mujeres como protagonistas. Sin embargo, ellas parecen haber sido ajenas a la FECH y a gran parte de las organizaciones obreras…

-Justamente me pareció interesante ese punto porque la historia oficial cuenta que eran ajenas a las organizaciones obreras, pero no era tan así. Había un feminismo obrero, sobre todo anarquista, muy relevante en la época. Estas mujeres han sido olvidadas porque no aparecían en los grandes medios ni tenían las redes de las feministas de clase alta, por ejemplo. Pero su aporte fue muy valioso a los movimientos sociales de los que estamos hablando, y me pareció un elemento que había que rescatar. No se trata de reescribir la historia, sino de observarla con otros ojos, haciéndose cargo de las omisiones que por tanto tiempo minimizaron y ocultaron ciertos hechos y tendencias.

La historia oficial cuenta que las mujeres eran ajenas a las organizaciones obreras, pero no era tan así. Había un feminismo obrero, sobre todo anarquista, muy relevante en la época.

-En todo caso, hubo mujeres anarquistas y, según recuerda en la novela, promovieron una especie de mini liberación sexual…

-Dentro del anarquismo había una serie de corrientes distintas. Una de ellas era ver a hombres y mujeres como iguales, algo totalmente revolucionario para la época. Y precisamente uno de los elementos que tenían estas mujeres para llegar a eso era el amor libre. Veían al matrimonio, por ejemplo, como una herramienta de dominación patriarcal y se sentían dueñas absolutas de su cuerpo. Todo esto en un mundo tremendamente hostil a esa forma de pensar.

-En el prólogo de Rebeldías líricas señala varios episodios que después figuran en la novela. ¿Fue ardua la investigación?

Rebeldías Líricas,
José Domingo Gómez Rojas.
Prólogo de Nicolás Vidal.
Ediciones UDP., 2020, 100 pp.

-El prólogo de Rebeldías líricas dialoga mucho con Subversivos. Incluso hay algunas escenas o episodios que se repiten. La investigación para la novela fue muy exhaustiva y me tomó varios años. De hecho, mientras iba redactando la novela continuaba investigando de forma permanente. Como estuve tanto tiempo escribiéndola, fueron saliendo libros muy valiosos como fuente de información. Por ejemplo, el libro Santiago Subversivo, de Raymond Craib, salió recién el 2018, y me resultó muy útil para mis investigaciones.

-El ataque a la FECH en 1920 tuvo mucho de novelesco, pero casi todo lo que sucede (los disparos que atraviesan manos o sombreros, las teclas de piano en los ojales) está documentado como real. ¿Hay libros que recomiende?

-Efectivamente, todo lo que se cuenta en Subversivos sobre al asalto a la sede de la FECH es absolutamente real, por más delirante que suene. Como decía, el libro de Raymond Craib tiene mucha información sobre el tema. También las crónicas de González Vera y la novela La oscura vida radiante, de Manuel Rojas narran el episodio. Otro muy bueno es La tiranía en Chile, de Carlos Vicuña Fuentes.

-Gómez Rojas se cruza en varios momentos de la novela, pero su muerte es crucial y afecta profundamente a los personajes hacia el final. ¿Considera que tuvo esa muerte, al decir de Neruda, una repercusión como el asesinato de García Lorca en España?

-Creo que no exagera. Como decía antes, el impacto de la muerte de Gómez Rojas fue brutal en su generación, tanto por lo que él significaba para el movimiento como por las condiciones en las que murió. De hecho, a su funeral asistieron sesenta mil personas y Santiago se paralizó completamente. Fue algo que sacudió a la sociedad completa en su momento.

El impacto de la muerte de Gómez Rojas fue brutal en su generación, tanto por lo que él significaba para el movimiento como por las condiciones en las que murió.

-Gómez Rojas ha sido personaje, no siempre con su nombre, en varias novelas a estas alturas (Manuel Rojas, Eugenio González, Luis Enrique Délano). ¿Es la literaria una forma de resurrección en condiciones menos incómodas que las que impone la religión?

-Domingo fue un tipo tremendamente inspirador para todos los que lo rodearon, por eso cada cierto tiempo volvemos a él. No podría hacer una comparación con la resurrección religiosa, porque en la literaria se vuelve a la vida a través de las palabras de otro, pasas a ser producto de la creación de un tercero, que puede “revivirte” según sus propios recuerdos o según su imaginación.

Semana Gómez Rojas en la Universidad de Chile

La novela de Nicolás Vidal se lanzará entre las actividades organizadas por la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile en conmemoración del centenario de la muerte de Gómez Rojas. Como el poeta hizo sus estudios paralelamente con los de Pedagogía en castellano en esa Facultad, la institución ha querido continuar con la tradición inaugurada el año pasado (la “Semana Albert Camus”) del ciclo “Cultura en Derecho” para realizar diversas actividades en homenaje a Gómez Rojas, quien da su nombre a la Plaza ubicada frente al edificio de la Facultad.

Las actividades comenzarán el lunes 28 de septiembre con el panel “Poeta José Domingo Gómez Rojas, su vida, su tiempo”, que inaugurará el Decano de la Facultad, Pablo Ruiz-Tagle, y en el que participarán el crítico literario Camilo Marks, los historiadores Adriana Palomera y Raymond Craib y el arquitecto Dino Bozzi.

Al día siguiente, se realizará el lanzamiento del libro Subversivos, de Nicolás Vidal, en que participarán la historiadora María José Cumplido y el abogado y escritor Patricio Hidalgo. Para concluir el jueves 1 de octubre, con una lectura de sus poemas en la voz de la actriz Patricia Velasco y el actor Pedro Vicuña.

Las actividades se realizarán todas a las 16 horas, a través de la plataforma Zoom:  https://tinyurl.com/y44jz2h8

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