Con la diseñadora Bárbara Urrutia, directora creativa de Ciervo, inauguramos esta sección dedicada a juzgar portadas de libros. «El popular dicho «Caras vemos pero corazones no sabemos» —nos dice Bárbara—ha hecho que mi afán por las portadas de libros se concentre en encontrar una imagen que se relacione bien con el texto y que además, conecte sutil e inteligentemente al lector con el libro. Para mí, este ejercicio debe ser honesto y jugado. En esto último insiste Robert Bringhurst, autor de Los elementos del estilo tipografico, quien dice: “Rompa las reglas y rómpalas con belleza, deliberadamente, rómpalas bien”». 

5 portadas que amo

Rubaiyat, de Omar Jayam

 

Esta portada la diseño e ilustró Mauricio Amster, en 1966. Todo está hecho por él. Él caligrafió el nombre del autor, el título y la editorial, y dibujó el patrón de fondo. El equilibrio visual hace para mí esta portada impecable. El rojo carmín del patrón de fondo es compensado con el gran blanco, utilizado sin miedo, mientras que el título del libro se impone con gran peso, separándose de los demás elementos. Mi portada favorita hoy, ya que me costó mucho encontrar este libro.

Título: Rubaiyat
Autor: Omar Jayam
Año:  1966
Editorial: Zig-Zag
Diseño: Mauricio Amster

Facsímil, de Alejandro Zambra

 

En general, me gustan muchísimo las portadas de Hueders. Las espero y creo que la responsable del buen trabajo es la diseñadora Inés Picchetti. Se nota mucho su estilo gráfico en el diseño de portadas. Reconozco que siento los libros de Hueders casi como libros objetos, para atesorar. En Facsímil, se juega con las convenciones (dudo que un extranjero entienda la portada), algo que para mí lo hace más atractivo. Este formulario de PAA nos remite a un contexto, a la historia de este libro, e invita a leerlo. Por eso, lo aplaudo.

Título: Facsímil
Autor: Alejandro Zambra
Año: 2014
Editorial: Hueders
Diseño: Inés Pcchetti

Niños, de María José Ferrada y Jorge Quién

 

Me detendré en esta portada. Casi en silencio. Niños, de Grafito Ediciones, es un libro que aborda una temática muy dura: niños y niñas ejecutados o desaparecidos en la dictadura militar chilena. La sutileza, e insisto, el silencio de esta portada, me estremece. Es sobre un tema del que no se habla, que aborda un dolor que no se puede expresar, y Niños creo que lo logra transmitir en su portada. Una bellísima pausa, contenida, antes de empezar a leer y conversar de lo que no hablamos como sociedad.

Título: Niños
Autor: María José Ferrada, textos, y Jorque Quién, ilustraciones
Año: 2013
Editorial: Grafito

Romance de la negra rubia, de Gabriela Cabezón

 

Muchas veces, trabajar a dos colores genera un riesgo: o queda muy mal o muy bien. Acá se nota la respuesta. La mezcla de collage, color, textura y trabajo tipográfico, hace de las portadas de la colección “Foja Cero” (Alquimia) una buena muestra de colección editorial. Valiente y bien trabajado, como lo hace siempre Estudio Navaja.

Título: Romance de la negra rubia
Autor: Gabriela Cabezón
Año: 2014
Editorial: Alquimia
Diseño: Estudio Navaja

Papelucho, de Marcela Paz

 

Me gusta esta portada porque Papelucho fue el primer libro mío, mío de mí. Cuando niña me pasaba tardes entera leyendo y releyendo este libro; amaba a Papelucho, lo seguía y me identificaba con sus historias. Esta edición de Papelucho de 1973, con el Papelucho escrito a mano, sus hojas de papel roneo y su gran historia, tiene una de mis portadas favoritas desde niña.

Título: Papelucho
Autor: Marcela Paz
Año: 1973
Editorial: Universitaria

2 portadas que no me gustan

Yo, Gay, de Jaime Parada Hoyl

 

No puede haber una solución más facilista que esta. Es una receta de cocina para obtener un mal plato. Todo me lo dice la portada, no necesito leer más y no me atrae leerlo tampoco. No hay trabajo tipográfico, es obvia la temática, la foto es cursi, para qué hablar del degradé en torno a la bandera… Es un plato recocido. Me imagino que lo peor es que es efectivo comercialmente y funciona muy bien en el mercado.

Título: Yo, gay
Autor: Jaime Parada Hoyl
Año: 2013
Editorial: Ediciones B

Un sueño llamado Quimantú, de Hilda López

 

Simple y llanamente, la portada no tiene ningún vínculo con el contenido del libro. Más bien, la gráfica nos remite a cuentos infantiles para colorear, lo que nos lleva a otro escenario, que nos aleja del gran valor que rescata este libro: la labor de la editorial Quimantú (1970-1973), un tremendo legado para Chile, que, por cierto, contaba con una estética muy particular, que se pudo haber aprovechado 100% para esta portada. Para mí, un desacierto.

Título: Un sueño lamado Quimantú
Autor: Hilda López
Año: 2014
Editorial: Ceibo