Una dosis de horror apocalíptico: sobre «Guerra Mundial Z» de Max Brooks

Una novela de horror apocalíptico construida a partir de innumerables testimonios de sobrevivientes de la guerra zombie. Está inspirada en “La guerra buena” de Studs Terkel, un libro publicado en 1984 sobre personas involucradas en el antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Si usted vio la película del mismo nombre, protagonizada y producida por Brad Pitt, y no le gustó, esta es su revancha: la novela de Max Brooks es otra historia, una mejor historia, lejos de la pirotecnia de Hollywood. Este fue el comentario de Patricio Contreras en el programa Radiópolis del miércoles 26 de octubre de 2016.

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Escucha el capítulo completo de Radiópolis.

“Guerra Mundial Z” cuenta la investigación de un agente de la Comisión de Posguerra de Naciones Unidas. Esto no es un spoiler: el libro comienza aclarando que el mundo sobrevivió a la guerra con los zombies y ahí reside el atractivo y sabor de la novela. Brooks nos contará el antes, el durante y el después del conflicto. Les sugiero un punteo de ideas:

Es una historia sobre la ineptitud de los gobiernos.

Sobre la suciedad de la política: crear conflictos falsos para cubrir los verdaderos.

Sobre la inmoralidad del mercado: una “vacuna” contra este virus que funciona como tranquilizante social.

Sobre los mercados negros: tráfico de personas y de órganos.

Sobre la altanería estadounidense: están tan confiados en controlar los pequeños brotes de la plaga zombie que se concentran en operaciones acotadas y jamás despliegan un ataque a escala mayor.

Sobre el apartheid en Sudáfrica: y el nuevo uso que un plan de escape de los afrikaneers puede mitigar la plaga.

Sobre la guerra total: los oficios menores en tiempos de paz adquieren más relevancia que los gerentes.

Sobre el aislamiento norcoreano: nadie sabe qué sucedió ahí.

Sobre el alarmismo de los medios: y la confusión generada por “expertos” en milicia que se contradecían mutuamente.

Sobre la lógica de la guerra moderna: los zombies no tienen miedo, no tienen instinto de preservación. No les importa que al frente hayan tanques y lanzacohetes.

Dejo dos citas sobre los zombies y la «guerra total»: “Todos los ejércitos, ya sean mecanizados o guerrillas de montaña, deben atenerse a tres restricciones básicas: deben ser criados, alimentados y liderados. Criados: necesitas cuerpos calientes, o si no, no tendrías un ejército; alimentados: una vez que tienes el ejército, necesita suministros; y liderados: sin importar qué tan descentralizada sea la fuerza de combate, debe haber alguien ahí con la autoridad para decir “síganme”. Criados, alimentados y liderados; y ninguna de esas restricciones aplicaban a los muertos vivientes”.

Y: “Por primera vez en la historia, estábamos enfrentando a un enemigo que estaba activamente librando una guerra total. No tendrían límites de resistencia. Jamás negociarían, jamás se rendirían. Pelearían hasta el final porque, a diferencia de nosotros, cada uno de ellos, cada segundo del día, estaba consagrado a consumir toda la vida en la tierra”.

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