La novela gráfica «Nietzsche, crearse libertad” (Sexto Piso) es un trabajo conjunto entre Michel Onfray y Maximilien Le Roy, filósofo -y uno de los actuales ensayistas que más profundamente ha tratado los textos de Nietzsche- e ilustrador, respectivamente. La base para el trabajo de Le Roy fue la biografía que Onfray escribió del filósofo alemán, llamada “La inocencia del devenir” (Gedisa). Pero aunque en gran parte la novela gráfica sigue el itinerario dado por Onfray, hay espacios en que las ilustraciones nos permiten comprender mejor que el texto los diferentes estados filosóficos e internos de Nietzsche.
La pieza gráfica comienza con un Friedrich Nietzsche que yace postrado y con la mirada perdida, propia de un loco antes que la de uno de los filósofos más significativos del siglo XIX. Es esta primera página la que nos permitirá introducirnos en un tema que se encuentra presente de manera constante en las páginas del libro, y que nos hace volver a preguntarnos tanto por el límite entre delirio y genialidad, como por la división entre teoría filosófica y vida, que deviene en una constante relación de ruptura.
Es en esta misma línea que en ciertos momentos de la novela gráfica la imagen habla por sí misma, comunicando de manera precisa aquello que Maximilien le Roy capta e interpreta del texto original de Onfray en el que se basa este cómic, la biografía de Nietzsche La inocencia del devenir. Encontramos en este sentido la transmisión de la sensación monstruosa que dominará la vida de Nietzsche, aquella en que prima una estética oscura, mostrándose a través de colores limpios que se contraponen al dibujo boceteado que aumenta la sensación trágica.
Por otro lado, el tratamiento que da Maximilien le Roy a la estructura de la novela gráfica hace evidente el alejamiento de Nietsche de una vida corriente, que va de la mano con la inmersión en un estado mental débil y la generación de una filosofía cada vez más potente. Es este paralelismo el que nos permite concentrarnos en una perspectiva de la vida de Nietzsche que si bien está relacionada fuertemente con el logos, también hará un importante hincapié en el padecimiento emocional de los problemas de índole filosófica, cuestión que se va acrecentando a medida que el filósofo alemán se aleja de sus antiguos referentes y compañeros (Schopenhauer, Wagner, Lou Salomé e incluso su hermana) y comienza a fundar una filosofía rupturista y contestataria de los valores cristianos.
“Vivir de tal modo que vivir ya no tenga ningún sentido, ese pasa a ser a partir de ahora el <<sentido>> de la vida (…) El hombre de creencias, el <<creyente>> de toda índole, es necesariamente un hombre dependiente, incapaz de considerarse un fin en sí mismo.”
Destaco, además, que para elaborar las citas y diálogos del cómic fueron tomados como referencia los documentos de Nietzche, tanto cartas como textos o fragmentos publicados, lo que hace de esta obra no sólo un elemento de entretención para quienes desconocen la obra de Nietzsche, sino que además hace reconocer obras y fotografías reales, que han sido aquí ilustradas (notable la imagen de Nietzche con Lou-Andreas Salomé y Paul Ree), así como también permite darle fuerza y realidad a conversaciones recogidas en el libro, tal como en el caso del diálogo con Lou-Salomé sobre la filosofía del devenir y la discusión de Nietzsche con su hermana a propósito de un supuesto antisemitismo dentro de sus obras, cuestión que perseguirá a la filosofía nietzscheana incluso después de muerto su autor.
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