Mónica Bergna, editora del sello infantil Alboroto: “Hay un nuevo futuro y nos toca crearlo”

Alboroto es una editorial mexicana fundada por Mónica Bergna el año 2018, que a sólo dos años de su inicio ganó el prestigioso premio BOP a la mejor editorial infantil latinoamericana, entregado por la Feria del Libro de Bolonia, y que este año nuevamente fue premiada por esta feria. "El Bolso", libro con textos en braille e ilustraciones en altorrelieve, escrito por la chilena María José Ferrada, ganó el premio New Horizons. Con Bergna conversamos en la FIL de Guadalajara sobre sus libros, que define como irreverentes y relacionados íntimamente a temas sociales.

Ilustración de Casas (Alboroto, 2020), de María José Ferrada y Pep Carrió.

En el Área Internacional de la recientemente finalizada Feria del Libro de Guadalajara (FIL) un pasillo concentró no sólo la mayor cantidad de editoriales latinoamericanas dedicadas a la literatura infantil, sino que además las más prestigiosas. En el pasillo JJ se reunieron varias editoriales ganadoras del premio BOP (Bologna Prize for the Best Children’s Publishers of the Year), que entrega anualmente la Feria del Libro Infantil de Bolonia —la más importante en la materia—, como las argentinas Iamiqué y Limonero, las colombianas Tragaluz y el Naranjo, la chilena Amanuta, que recibió el premio en Bolonia este año, y la mexicana Alboroto, que lo ganó el 2020.  

La fundadora de Alboroto es la mexicana Mónica Bergna, quien nos recibe cordialmente en su stand uno de los últimos días de la feria de Guadalajara, cuando la feria ya está cerrada al público. Son las 21:00, hora en que los editores cierran los puestos y se despiden, pero Mónica conversa con entusiasmo sobre su trabajo y, abriendo un mueble de su stand, saca dulces mexicanos, vasos y una botella de vino. Las ferias internacionales pueden ser agotadoras, pero son también instancias de encuentro con profesionales, lectorxs y amigxs con quienes compartir y celebrar. “Nos premiaron porque somos irreverentes y porque nos importa lo que hacemos”, dice alegre Bergna sobre el premio que recibió su editorial en Bolonia. 

El pasillo de la FIL en que se encontraba Alboroto, entre otras editoriales infantiles mexicanas e internacionales.

Los libros irreverentes o difíciles, que se caracterizan por tocar temas complejos, se han vuelto algo cada vez más común en la literatura infantil. Pero que sea común, no significa necesariamente que se publiquen regularmente libros significativos sobre temas complejos o en los que estos temas estén tratados apropiadamente para el público infantil. En ese sentido se ha destacado la editorial de Bergna. “Los libros de Alboroto abordan diversos temas relacionados con el contexto social: dictadura, exilio, desapariciones, integración social, discapacidad, entre otros temas. Por difíciles que puedan ser estas discusiones, los libros de Alboroto hablan de ellas desde un punto de vista estético y poético”, declaró el jurado de la feria italiana al asignarle el premio BOP.  

Bergna fundó Alboroto el año 2018, después de haber trabajado por 25 años en la editorial mexicana Tecolote, dirigida por Cristina Urrutia. “Si bien la literatura latinoamericana existía hace mucho tiempo, estábamos regidos por editoriales españolas en nuestros territorios. Hasta que empezaron a surgir nuevas voces que querían hablar de lo suyo y aparecieron muchas editoriales que empezaron a recoger cuentos tradicionales, primero, y luego a hacer obras más osadas”, comenta Bergna sobre sus inicios en Tecolote, que coincidió con el crecimiento de editoriales latinoamericanas dedicadas a la literatura infantil.  

Migrar (Tecolote, 2011) desplegado, de José Manuel Mateo y Javier Martínez [Crédito fotografía: La Tercera]

Uno de los clásicos de Tecolote ejemplifica bien lo que Bergna comenta. Se trata de Migrar, del año 2011, reimpreso por novena vez este año y que es narrado por un niño que emigra de México a Estados Unidos. Lo original de este libro escrito por José Manuel Mateo, además de tratar la migración, es que se abre como acordeón por más de un metro y despliega ilustraciones hechas en papel amate por Javier Martínez, siguiendo así la tradición del pueblo mexicano Xalitla, al que pertenece. 

Comienza el alboroto

El primer libro publicado por Alboroto fue Mexique, escrito por la chilena María José Ferrada e ilustrado por la española Ana Peñas, basado en una historia real. En 1937, durante la Guerra Civil Española, cuatrocientos cincuenta y seis hijos e hijas de republicanos embarcaron en el trasatlántico Mexique, que zarpó desde España rumbo a Morelia, en México. Estaba previsto que permanecieran allí unos meses, pero la derrota republicana transformó su exilio en definitivo.  “No es un libro mexicano para mexicanos. No siento que tenga que dirigirme a un mercado nacional. Estamos hablando de niños. La infancia es muy parecida en todos los lugares del mundo. Es la historia de cualquier niño que viva el exilio, que es un tema muy actual”, comenta Bergna sobre Mexique

Ilustración de Mexique, de María José Ferrada y Ana Peñas (Alboroto, 2018).

Fue otro, sin embargo, el libro que motivó la fundación de la editorial, también escrito por María José Ferrada, quien ya ha publicado varios libros en Alboroto y que este año fue invitada estelar en la FIL de Guadalajara. Se trata de Niños, publicado originalmente en Chile por Ferrada el año 2013, cuando se cumplieron cuarenta años del Golpe Militar. Es un libro con treinta y cuatro poemas, dedicados a los treinta y cuatro niños y niñas muertos o desaparecidos por la dictadura militar de Augusto Pinochet.

Cubierta de Niños (Alboroto, 2021)

“Cuando vi Niños por primera vez no me llamó la atención. Pero cuando empecé a leerlo, no llevaba yo ni cuatro páginas, cuando me puse a llorar y no dormí hasta que lo terminé. Lo volví a leer una y otra vez. Me cambió la vida. Me fracturó como ser humano saber que  la infancia de estos niños había sido robada, al igual que la infancia de tantos otros niños con las guerras. Entonces propuse a Tecolote, el lugar donde trabajaba, que hiciéramos el libro de María José  y me dijeron que no. Decidí que lo haría de todas formas y me fui. Renuncié. Es que a medida que te vas poniendo vieja vas cediendo menos espacio y sentí que era el mejor momento de mi vida para hacer un proyecto independiente”, dice Bergna sobre Niños y el comienzo de Alboroto. 

El libro «Niños», de María José Ferrada, me cambió la vida. Me fracturó como ser humano.

Bergna contactó a Ferrada y logró conseguir los derechos de publicación de Niños, que en ese momento se encontraban vencidos. Hicieron entonces una nueva edición con una nueva ilustradora, la venozolana María Elena Valdez, que se convirtió en todo un hito para la editorial: el año 2021 logró una mención especial en Poesía en la Feria del libro Infantil de Bolonia y ha vendido los derechos en varios países. “Niños es la historia de la dictadura chilena, que claro que interesa a Chile, pero interesa en Estados Unidos, Francia, muchos lugares. Dictaduras hay y han habido en todos lados, lamentablemente. Y hemos llevado el libro a museos, centros comunitarios y barrios; no a venderlo, sino que para hablar con los niños, para hablar del tema, que es otro rollo”, dice Bergna sobre el impacto de Niños

A comienzos de este año nuevamente un libro de Ferrada fue destacado en Bolonia, pero esta vez como ganador.  El Bolso, ilustrado por Ana Palmero, fue premiado en la categoría New Horizons. Se trata de un libro en braille (que tiene como antecedente El libro negro de los colores, del 2008, que supervisó la misma Bergna en Tecolote), que es posible leer con los ojos cerrados, gracias a las ilustraciones con relieve. Lo que describe es el interior del bolso de una madre, que puede contener llaves, la billetera, el teléfono, y también gatos, pájaros y nubes. 

Ilustración de El Bolso de María José Ferrada y Ana Palmero (Alboroto, 2023)

El bolso, al igual que muchos otros libros de Alboroto, está escrito con un lenguaje poético. Al respecto, comenta Bergna: “Yo pienso que la poesía es la fórmula más generosa de comunicarte con un lector, porque tiene muchos vacíos y esos vacíos permiten que los llenes tú con lo que a ti emocionalmente te da para llenarlos. Y hemos hecho no solo poesía con palabras, sino que también libros con poesía visual. Creemos en la complementación entre el lector y el libro. No son libros de información. No decimos todo. Solo decimos: ‘No estás solo’, que es otra cosa”. 

Libros para pensar el futuro

Aboroto es una editorial que Bergna dirige, pero de la que dice no ser dueña. “Alboroto no es una editorial mía. Somos una cooperativa. Invito a los autores e ilustradores a ser socios y somos copropietarios de cada proyecto. Y por primera vez a mis 60 años estoy cediendo”, dice sonriendo. Sobre su modo de trabajo, agrega: “Nos tomamos el tiempo que sea necesario para hacer cada libro. A veces salen rápido, a veces tardan cuatro o cinco años. Y uno tiene que tener el cariño necesario para esperar que nazcan y después quererlos”. 

Cubierta de Panthera Thigris (Alboroto, 2020), de Sylvain Alzial y Hélène Rajeak.

Algunos de los libros de Alboroto en su stand en Guadalajara tienen humor, como Caleidoscopáginas y Panthera Tigris (ambos publicados originalmente por la editorial francesa Rouergue, de la que Bergna se declara admiradora), mientras que otros tienen un tono más serio. Se destacan entre ellos La Nacionalien, de Sandro Bassi, que sin palabras muestra una sociedad de seres algo monstruosos que jamás levantan la vista de sus dispositivos móviles; Flor de un día, de Grassa Toro y Pep Carrió, que habla de revoluciones y suicidio; y dos de María José Ferrada y Mariana Alcántara: Futuro («El futuro es una escalera larga. Larguísima. Comienza en el patio de tu casa pero no sabes donde termina”, leemos en su interior) y La soledad de los peces, que toca la ansiedad y la depresión. Suicidio, ansiedad y depresión son temas pertinentes en una obra infantil, al considerar un informe de la UNICEF de 2021 que establece que 80 millones de niños entre 10 y 14 años padecen algún trastorno mental diagnosticado según la definición de la Organización Mundial de la Salud. 

No se trata de hacer publicidad para dar a conocer tu editorial, sino que de entender la sociedad y de cambiar. Transformarte como ser humano y exponer tu cambio.

¿Hay algó común en el catálogo de Alboroto? 

—Todos los libros que trabajamos tienen que ver con temas sociales, aunque no lo parezcan a simple vista. En algunos casos tocan la inclusión, tenemos ya dos libros en braille y otro en lenguaje de señas; la crítica social, como La Nacionalien; o el conflicto vivido durante la pandemia, en el caso de Casas, de Ferrada y Pep Carrió. Futuro, de Ferrada y Alcántara, es un libro importantísimo para nosotros porque cuando después de la pandemia les has dicho a los niños que el futuro que pensaban ya no existe, los descolocas. Hemos hecho varios libros sobre el futuro y hemos invitado incluso a los miembros del grupo editorial a entender que hay un nuevo futuro y nos toca crearlo. 

Ilustración de La Nacionalien (Alborto, 2020), del venezolano Sandro Bassi.

Pareciera haber cada vez más editoriales infantiles tocando temas difíciles en sus publicaciones.

—Yo tengo la curiosidad de revisar anualmente el catálogo de todas las editoriales mexicanas y latinoamericanas, y me obligo a leer por lo menos cien catálogos internacionales para entender dónde estamos. Y noto que está de moda ser incluyente. Y eso nunca está bien. Es terrible estar de moda, porque la moda pasa. Da la oportunidad a tu editorial de ser visible, pero no es bueno sacar libros con apuro. No se trata de hacer publicidad para dar a conocer tu editorial, sino que de entender la sociedad y de cambiar. Transformarte como ser humano y exponer tu cambio. Hay libros que pretenden ser incluyentes, pero no estoy convencida de que lo sean realmente.

Por eso toman tiempo tus libros.

—Sí, por eso mis libros se cocinan lentamente. Es que hay que tomar ciertas cosas con seriedad, ¿sabes?Hay muchos libros que quiero hacer sobre ciertos temas, pero no me siento con la capacidad todavía de encontrar el texto adecuado. Y hasta que no lo encuentre no voy a publicar sobre eso. El próximo año publicaré Caminantes, sobre la migración venezolana. Yo misma soy migrante, migrante de avión, que no es lo mismo que de a pie. Es que hay temas que me cogen, temas con los que estoy conectada con el lector. El lector de verdad, no el de librerías, sino que el que encuentras en bibliotecas. Lectores que de alguna manera reciben este libro que publicamos [toma La tristeza de los peces], por ejemplo, que es sobre la tristeza o la depresión infantil y dicen ‘Este libro yo lo necesitaba’. No se trata de vender muchos libros; se trata de hacer el libro adecuado para el lector adecuado. Estar allí.

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